Todavía no tenemos fecha segura para la presentación, pero ya es inminente: los ejemplares -tras una odisea de varios días en los que me he quedado sin falanges- ya han llegado a casa y tienen una pinta estupenda. Abrir la caja repleta de libros es una experiencia de ego-boost que no está nada mal.
Ahora sólo me queda encontrarles un hogar. Son tan mooonoos.
Por cierto. Son ocho euros. Id ahorrando las vueltas del café.