Sus huesos animados
encontró el enterrador
Salieron ellos sólos
para buscar el amor
Ojos vacíos sin vida,
hongos verdes de corazón
Un fuelle como pulmones
y alma de trovador
Esqueleto galante y tenaz
vestido de claroscuro
Sombrero de copa, gabán
y entre los dientes un puro
Por las calles de noche camina,
cantando la misma canción,
antes de que trine el gallo
enmendará una traición
En la taberna del Galgo
entrampa a un viejo ladrón
Escapando del alba su alma
en una apuesta perdió
La casa del lago resiste
a la ausencia de su dueño
Otro hombre disfruta
de su añorado ensueño.
Su mujer con otro yace
sufre el probre esqueleto
apenas se resiste
para probar su carne
El viejo ladrón huye
asustado de tanta muerte
La luna teñida de sangre
para saciar el hambre.
Muchos huesos encontraron
sobre el tálamo nupcial
Tres personas allí murieron
dictaminó el juez local.
En el infierno sufre ahora
castigo eterno sin final
Pero el esqueleto sonríe,
para siempre lo hará.