Pues sí, presentación por todo lo alto con monólogo y lectura de versos y monstruosidades. El día 11 de Marzo a las 11 de la noche podréis reíros y horrorizaros conmigo en El Dorado, C/Xàtiva 25, en Valencia. Os esperamos.
Category: poesía

A veces, hasta los monstruos nos ponemos sensibles.
Suele pasar cuando se nos atraganta algún huesecillo de las manos o los pies y nos produce cierta angustia hasta que logramos pasar el mal rato. Además, pocos se dignan a darnos una palmadita en la espalda peluda; después de todo seguimos siendo monstruos a mitad de una comida.
Los mecanismos que nos llevan a escribir poesía son extraños y diferentes para cada monstruo. En mi caso, para que negarlo, los escribo con prisas y los vomito como bolas de pelo sobre el papel. En El necrófago galante y otros poemas de amor he intentado captar ese amor monstruoso, esa vida en común con los pequeños salvajes que habitan mi vecindario y que salen a cazar con los duendes cada año. El resultado ha sido, cuanto menos, curioso.
Para todas aquellas almas sensibles que me lean y que estén por Madrid el día 15 de enero de 2011, la gente de 23 escalones y su seguro servidor -más un montón de monstruos hermanos encabezados por mi gemelo Santiago Eximeno-, presentaremos a las 12:30 el poemario en la librería Estudio en Escarlata.
Recuerdo contarte cuentos en la cama,
convertirme en vampiro,
en necrófago,
en corazón delator,
mientras tu sonrisa se marchitaba
lejana a palabras,
monstruos o finales.
Cerraba el libro en silencio
bajo la luz amortajada
y dejaba pasar las horas escondido,
esperando el momento perfecto
para morderte los pies,
despertarte como un duende,
despedirme
y no volver jamás.
Por ahora, poco más. En breve, sin embargo, mucho. Hasta pronto, mis monstruos.
Monstruo de labios felices que roes los pies de ángeles sagrados
que limpias de sangre las cuchillas, que tienes alas de cuervo,
que escribes sin tacha sobre las tablas del alma el destino,
bésame cuando el hombre de la escopeta no mire esta noche
y llévame dormido a través de umbrales ciegos que no llevan
a ninguna parte pero a todas, a todas partes contigo.
Sus huesos animados
encontró el enterrador
Salieron ellos sólos
para buscar el amor
Ojos vacíos sin vida,
hongos verdes de corazón
Un fuelle como pulmones
y alma de trovador
Esqueleto galante y tenaz
vestido de claroscuro
Sombrero de copa, gabán
y entre los dientes un puro
Por las calles de noche camina,
cantando la misma canción,
antes de que trine el gallo
enmendará una traición
En la taberna del Galgo
entrampa a un viejo ladrón
Escapando del alba su alma
en una apuesta perdió
La casa del lago resiste
a la ausencia de su dueño
Otro hombre disfruta
de su añorado ensueño.
Su mujer con otro yace
sufre el probre esqueleto
apenas se resiste
para probar su carne
El viejo ladrón huye
asustado de tanta muerte
La luna teñida de sangre
para saciar el hambre.
Muchos huesos encontraron
sobre el tálamo nupcial
Tres personas allí murieron
dictaminó el juez local.
En el infierno sufre ahora
castigo eterno sin final
Pero el esqueleto sonríe,
para siempre lo hará.
Vivamos, Lesbia mía, ¡amémonos!
Y démosles el valor de un as
A los rumores de los ancianos severos.
Los soles seguirán muriendo y volviendo a nacer;
Pero, una vez que nuestra breve luz se apague,
Sólo nos quedará una noche eterna
Que habremos de dormir.
Dame mil besos, y después cien,
Y después otros mil y otros segundos cien,
Y, sin parar, hasta llegar a mil más, y después cien.
Finalmente, cuando nos hayamos dado tantos miles,
Los dejaremos en el olvido, para no recordarlos,
Y para que nadie sienta envidia
Al saber que entre nosotros hubo tantos besos.
By all love’s soft, yet mighty powers,
It is a thing unfit,
That men should fuck in time of flowers,
Or when the smock’s beshit.
Fair nasty nymph, be clean and kind,
And all my joys restore;
By using paper still behind,
And sponges for before.
My spotless flames can ne’er decay,
If after every close,
My smoking prick escape the fray,
Without a bloody nose.
If thou would have me true, be wise,
And take to cleanly sinning,
None but fresh lovers’ pricks can rise,
At Phyllis in foul linen
Adoquinado, bastardo, tuercebotas,
camino en espirales, medina muerta,
catedrales cerradas de japoneses
y palomas gordas que hacen sendero
a los altares secretos, lunas, vericuetos
madrugadas o sueños, monjas calladas
y difuntas.
Adoquinado, bastardo, tuercebotas,
laberinto de mi alma, anochecer lento.
Pequeño poema nocturno y sin mucho sentido
Un abrazo cerrado en adioses sin voz
claveteado en maderas y cruces feas
acolchado barato y olores a tierra
las campanadas festivas
el enterrador
Cualquiera día el cuervo sin nombre
se posará en tu hombro desnudo
besará el cuello del que me enamoré
y te traerá conmigo a golpe de pala,
bala, agujero y gloria.
Biennn, bien. Fedde y yo volvemos a ganar el Premio Ignotus de la Legión del Espacio (alegría, aplausos), mérito de Fedde en su mayor parte, claro. El dibujante es el que hace la mayor parte del trabajo, para qué nos vamos a engañar.
En solitario he ganado otro más: Ignotus a la mejor poesía, que aunque a casi todo el mundo le parece un premio menor, a mí me hace mucha ilusión, más de la que puede parecer. Poe, publicado en Vórtice en línea, y que ahora os pongo aquí:
Suena al compás dos por tres, tres por dos
Resuena por toda la habitación
Está en el aire, en el sueño, dulce
Tambor, amor en el recuerdo, caricia
Amarga, lágrima muerta.
En la cama, desnuda, revive con cada
Parpadeo, suspiro y miento
Si dijera que no deseo tocar, besar,
Comer y abrazar su aliento.
Y es que suena al compás dos por tres
Que recuerda mi propia mortalidad
Tres por dos de aquello que será.
Y me hace salir de entre penumbras
Para abrirle el pecho con caricias,
Cuchillos y lágrimas de cristal,
Acabando con la música y su tic tac,
Su dos por tres compás tres por dos,
Que canta siempre la canción
De su dulce, dulce, corazón delator.
Los desdentados
Si pueden los dan, sus besos cargados
de amores frustrados y noches saladas.
En tandas de a tres susurran poemas
fugaces de estrellas, arrastran cadenas.
Son tristes y siesos, torpes, hambrientos,
sin dientes los muertos
que tu amor han hollado.
Os antigos
- Os antigos invocavam as Musas.
- Nós invocamo-nos a nós mesmos.
- Não sei se as Musas apareciam —
- Seria sem dúvida conforme o invocado e a invocação. —
- Mas sei que nós não aparecemos.
- Quantas vezes me tenho debruçado
- Sobre o poço que me suponho
- E balido “Ah!” para ouvir um eco,
- E não tenho ouvido mais que o visto —
- O vago alvor escuro com que a água resplandece
- Lá na inutilidade do fundo…
- Nenhum eco para mim…
- Só vagamente uma cara,
- Que deve ser a minha, por não poder ser de outro.
- E uma coisa quase invisível,
- Exceto como luminosamente vejo
- Lá no fundo…
- No silêncio e na luz falsa do fundo…
- Que Musa!…
- Álvaro de Campos / Pessoa
En Papel en Blanco nos avisan, toda la obra de Poe (en inglés) disponible on-line, incluso con variaciones propias de distintas ediciones. Desde luego, un sitio de lo más interesante.
Añadiendo poemas al margen
Haciendo limpieza me encuentro con un montón de poemas que escribí hace unos seis años, en plena fiebre cyberpunk. Los he añadido con las páginas. A veces releer poemas es tan extraño.
A 1 le falta 0 para ser binario
y programarse una rutina sexy
que dure un nanosegundo de amor
en la CPU
A mi me faltas tú, para más o menos
lo mismo
Más (sólo para los muy curiosos) aquí
Vórtice
Nuevo número y época para el e-zine Vórtice en línea.
Los contenidos son de lo mejorcito, con Eduardo Vaquerizo, ganador del Ignotus de novela, Marc Soto, y mucho más, reseñas, crítica, poesía.
Por mi parte, un poema, Poe. El primero de una serie que estoy haciendo sobre los cuentos más famosos de Edgar Allan Poe, el primero de ellos basado en “El corazón delator”
Y de regalo una nueva tira cómica, “Cultistas SA”… bienvenido a la norma ISO del infierno.
Quisiera ser como Lugosi
a finales de los veinte
caminando entre muchachas
con la mirada iluminada.
Sonreir como Karloff, como los niños,
andando patizambo, buscando un amigo
que me salvara del fuego.
Y de nuevo perderme entre historias
tejidas con blancos y tintadas con grises
penumbras de ayer envueltas
en latas plateadas y viejas.
Quisiera ser luz enamorada
beso
pantalla de cine eterna a media tarde
sin pertenecer al mundo
convertido en sueño.
Allí estaban, desnudos y sonrientes,
sobre mis restos dispersos,
los monstruos felices